El clac

Los pensamientos abrumadores se amontonan por mil en mi cerebro aplastado, con una caja de madera cubriendo la cabeza, sin luz, sin suficiente aire.
Lo primero es encontrar la llave para dejar escapar lo innecesario, ordenar por prioridad, alfabeto, numérico, enérgico... No se.
Perforar el hueso y dejar que se escapen nada más...
No es lo mejor
Ordenar, el pensar hacerlo comienza a atormentarme...
El cerebro se llena cada vez más, ya no queda espacio alguno... Planificar
El segundero con su clac, es el TIC TAC de la explosión programada.
Y en el siguiente clac
silencio...
Un zumbido...
Un blanco nieve...
Nada.

Ayer y hoy

Yo amé, amé con locura y perdí la cabeza.
Perdí el norte y el sur, deje todo y a todos y amé, lo amé.
Perdí mi valor y el valor
Perdí el sol y la luna
Perdí el orgullo y coraje
Lo perdí todo
Y creí haber ganado el universo
Los deje a todos
Rompí unos corazones
Y se los ofrecí en sacrificio
Pero su ambición y orgullo eran insaciables.
Quería más... Le di mi sangre
Mis ojos, mis manos, mi cuerpo, mi corazón y mi alma.
Pero nada fue suficiente
Quería más...
Yo amé, amé con locura y perdí la cabeza.
Perdí el norte y el sur, deje todo y a todos y amé, lo amé.
Perdí mi valor y el valor
Perdí el sol y la luna
Perdí el orgullo y coraje
Lo perdí todo...
Solo quedé con un vacío infinito
Sin sangre, sin ojos, sin manos, sin cuerpo, sin corazón y sin alma...
Ya no había más que ofrecer,
no había más sacrificio
solo muerte.
Y la muerte llegó

Septiembre cubrió con su manto mis huesos rotos y el frío calo profundo,
En la oscuridad recordé y olvide
Noviembre me devolvió la sangre, mis ojos, mis manos, mi cuerpo y lo vi,
el sol brillo fuerte y mi corazón volvió a latir más despacio que antes...
Mi alma regreso fracturada...
Mi dulce noviembre era nuevo, sincero, y me sano.
Curó mis heridas sin saber...
Lleno los días de luz
Volvió los colores al mundo
Y me amó
Me amó... sin pedir nada.

Yo amé

Yo amo

Volví a amar